domingo, 9 de febrero de 2014

Un acuerdo que se rompe con el tiempo. Capítulo V (Final).




Capítulo Final.



Años después:

¿Cómo estás?—preguntó Tom mientras se acercaba a la camilla de hospital. Lily sonrió y una lágrima cayó rodando por su mejilla.

Vinieron...— dijo en un susurro y miró a Bill, -quién estaba detrás de Tom con los brazos cruzados y miraba por la ventana-. —Estoy bien. Me siento bien—Respondió y tomó la mano del joven de 15 años que tenía en frente. Habían pasado 4 años desde que lo había visto por primera vez y se sentía como una madre orgullosa encontrándose con su hijo después de mucho sin verlo.

¿Volverás?—preguntó Tom con una pizca de esperanza que nunca se iba... Aunque ya sabía la respuesta.

¿Qué quieres que responda?—murmuró débil y sus lágrimas seguían cayendo.

Miénteme— Dijo el de largas rastas y apretó los delgados dedos de la única mujer que había llegado a amar.

... Me iré a casa con ustedes. Mejoraré... No moriré—Tom cerró los ojos con fuerza. Sentía que su mundo se caía y no le quedaba nada.

Lily observó una vez más a Bill, quién lloraba en silencio pero aún no quería mirarla.

Bill, ¿Podrías venir?— preguntó y Bill, adolorido, se giró hacia ella.

Tenía el rostro más delgado que la última vez y las venas de sus brazos se marcaban notoriamente a través de su piel.

¿Dónde quedó ésa hermosa sonrisa, y ésa fuerza que me hacía sentir mejor en momentos como éstos?” Se preguntó Bill y se acercó a paso lento dónde estaba Tom.

Se arrodilló a su lado y extendió su mano para tomar la de Lily. La que estaba disponible.

Te ves bien—murmuró Lily y las lágrimas de Bill cayeron. —Me gusta cómo te ves sin maquillaje... Y además tu cabello está corto, ¡Wow!—

El trabajo, ya sabes— Sonrió aunque tenía una tristeza inmensa en el alma, porque... Tenía que darle algo bueno a Lily antes de que... Antes de que...

¿Estás cuidando de mi pastelito?— La voz femenina interrumpió sus pensamientos. Ésta acariciaba el rostro de Tom, qué parecía iluminarse con su tacto.

Claro que sí. Lo hago aunque no agradezca y se queje todo el tiempo—bromeó el moreno y Tom le dió un codazo en las costillas.

No es cierto— Advertió Tom en un gesto altanero y apuntó al mayor—-Él es el quejica-—

Pudieron sonreír sinceros una vez más... Los tres juntos.

Bueno... Me alegra tanto que hayan venido. Les tengo una sorpresa—

Lily, no te molestes— comentó Bill y Tom asintió apoyando las palabras del mayor.

No es una molestia si se trata de ustedes—respondió y sonrió. Levantó la mano deBill que tenía tomada y dejó sobre ésta un sobre. —Házme un favor...—

El que quieras—respondió con la voz temblorosa

No lo veas hasta que... Hasta que...— Lily parpadeó, pues las lágrimas no le permitían ver el rostro de sus dos mejores amigos en la vida.

No lo haré— Respondió Bill sabiendo a lo que se refería.

Y yo no dejaré que lo haga—añadió Tom mientras se aferraba más a la mano de la hermosa mujer que tenía en frente.

Gracias, Tommie—

Cruzaron miradas un par de veces y una luz comenzó a titilar en la pantalla a la que Lily estaba conectada.

¿Qué es éso?— Preguntó Tom preocupado.

-—Mi corazón... Mis latidos aumentan cuando los veo—

¿Éso quiere decir que...— ''...Puedes quedarte?'' quería preguntar

No, Tom... Lo lamento— Interrumpió Lily sin querer darle ilusiones. —Quiero que me hagan otro favor...— Pidió en su último aliento.

Por supuesto— respondieron ambos al mismo tiempo.

... Manténganse juntos. Se necesitan—

Ambos se miraron por largos segundos, cómo si estuvieran en una conversación mental y luego asintieron.

Gracias por venir, pero... Siento que es momento de irme—

Bill estaba listo para tomar a Tom de los brazos y controlarlo pero sorpresivamente, no gritó ni tuvo un ataque de pánico como creía que iba a ser.

Tom asintió y dejó que sus labios mojados por las lágrimas se posaran en la huesuda mano de la mujer que más había querido.

Bill imitó el gesto, dejando un beso en su mano contraria.

Los amo— Soltó ella y ambos asintieron frenéticamente.

También lo hago...— Respondió Tom y miró a Bill en busca de una respuesta para Lily.

Yo también lo hago— Y en cuánto lo dijo, las manos de Lily perdieron la fuerza y poco a poco se fue deshaciendo el agarre que tenía en las manos de los dos mejores chicos que había conocido en su existencia.

Le alegraba haber dejado a un inteligente y capaz chico de 15 años con un valiente y decidido hombre de 24 años como Bill.

Ahora podía irse tranquila...

//.

¿Estás bien?— Preguntó Bill mientras conducía su auto nuevo.

Sí... Estoy feliz de que se haya ido sin tener que sufrir—respondió Tom mirando por la ventana. Había comenzado a llover.

Fue gracias a tí... Si no le hubieras dado el apoyo y amor que le diste en ése momento, posiblemente las cosas hubieran sido de otra manera— Bill se sentía distinto. Miró a Tom y le sonrió en cuánto tuvo su mirada en él.

¿De verdad lo crees?— Los ojos del menor brillaron y Bill se dió cuenta de que ya habían llegado. Estacionó en el garage y cuando bajaron, respondió en un suspiro:

-—Claro que sí—se acercó a Tom y nervioso abrió los brazos lentamente —¿Puedo pedirte algo?— Preguntó con un leve nerviosismo en la voz.

Sí— Respondió el rubio mientras sonreía.

¿Me darías un... Abrazo?—

Y claro que se lo dió.

- - -.

...Un abrazo que fue transformándose en caricias, en susurros, en confesiones, en besos y que terminó en la cama del cuarto en que ambos dormían.

Bill, no sé si quiero...— Tom no sabía como seguir la frase...

-—No te preocupes. Seguiremos siendo amigos— Interrumpió con la respiración irregular. —¿Está bien?—

Más que bien— Tom sonrió por la respuesta que Bill le había dado; Es cómo si hubiera leído sus pensamientos.

Sólo amigos— Soltó Bill en una exhalación.

Sólo mejores amigos— Corrigió el rubio mientras se abrazaba a Bill. El mayor asintió y correspondió el abrazo.

Sin previo aviso se durmieron, y el sobre que Lily le había dado al moreno observaba todo desde la cajonera que tenían en frente.


Amados chicos:

Junto con agradecerles por todas las sonrisas y los buenos momentos que me han dado, les dejo un pequeño regalo que les será de mucha utilidad.
Han vivido por 4 años en él y sé que él los quiere y necesita tanto como yo.
Pueden cambiar los viejos muebles, pues la esencia seguirá siendo la misma, pero... Por favor no se deshagan del gran sofá negro. Lo compré con mi primer salario de camarera y cómo fue allí dónde ambos se conocieron, quiero que siga en eldepartamento lo más que pueda.

Los amo mucho y espero que siempre me recuerden con una sonrisa en el rostro. Los extrañaré desde el otro lado...

Amor y suerte...

Lily Möndriet.







Epílogo.


(***)

—¡Ni se te ocurra traer ésa soda aquí!— Tom apuntó a Bill acusadoramente y lo miró con los ojos entrecerrados. Si el sofá se mancha...—

—Ya lo sé, tontito Bill sonrió y se bebió la lata de un gran sorbo. —¿Qué película quieres ver?— Preguntó mientras apagaba las luces y se sentaba al lado del menor.

—No lo sé. Elíjela túSe abrazó a Bill y éste le correspondió gustoso.

—¿Qué tal si no vemos nada?— Preguntó mientras bajaba la cabeza para mirar a Tom a los ojos. Sólo quedémonos aquí conversando...— Se quitó del abrazo un momento, para cubrirse a ambos con la manta que había traído y volvió a los brazos del rubio.

—Suena fantásticoAccedió Tom y besó al moreno en los labios. —¿Recuerdas el día en que Lily...

Conversaron por horas y horas hasta caer rendidos en los brazos de Morfeo.
Tom se removió en mitad de la noche y tomó la mano de Bill. Con la mano que no tenía ocupada, acarició la tela del gran sofá negro y susurró un ''Buenas noches'' antes de volver a dormirse.


Fin.

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