sábado, 4 de mayo de 2013

Un acuerdo que se rompe con el tiempo. Capítulo II

Nota de autor: ¡Buenas noches a todos!, Les dejo un segundo capítulo de éste fic que adoro c: , y que espero, sea adorado por ustedes también.Gracias *u* PD: Les recuerdo: Lo que está en cursiva, es un recuerdo o un suceso del pasado.

 
Capítulo II

Tom se levantó del sofá en cuánto Bill se durmió. Caminó hacia el baño, lavó sus dientes y rostro, y se colocó su pijama, ya que llevaba toda la tarde en bóxers.

Pensó en lo que había sucedido horas atrás y quiso volver a llorar de la emoción, pero en vez de éso, decidió caminar a la cocina por algo de comida porque su estómago rugía exigiendo alimento.
(…)
-¿Qué es todo éste ruido?- Se quejó Bill desde el sofá. Se sentó lentamente y cuando Tom volteó a verlo, se sonrojó. El mayor tenía su cabello despeinado y algunos mechones sobre el rostro. Al haberse incorporado en el mueble, se le marcaba su -apenas musculoso abdomen- y Tom rió nerviosamente.
-Estaba terminando. Lamento haberte despertado...- El menor hizo una especie de puchero, que al mayor le causó gracia.
-¿Sabes? A mis 26 años, tus gestos siguen sacándome sonrisas- Negó con la cabeza y luego se quejó por el olor -¿Acaso quemaste algo?-
-Oh, éso- Tom rió nervioso, otra vez -Digamos que una de las hamburguesas está ahora en la basura-
-¿Hamburguesas?- Bill frunció el ceño -¿Qué no eras vegetariano?-
-Sí. Son para tí, bobo-

Bill sintió una pizca de calor en sus mejillas y se levantó completamente del sofá. Se colocó frente a Tom y lo encerró entre sus brazos y la encimera.

-¿Cocinaste para mí?- Susurró cerca del cuello del menor.

-Ehh, sí... Espero que no sea algo malo- El de cabellos claros sintió cosquillas antes la voz del moreno y tuvo que aguantar una carcajada.
-¿Algo malo, dices?- Bill se separó riendo y cuando se percató de que tenía la vista del menor en sus ojos, se acercó a su rostro. -Quizá ésto sea malo
-¿De qué hab...- Y fue callado por los labios del mayor.
''Oh''.
Habían tenido relaciones al menos cien veces en dos años, pero jamás se habían vuelto a besar desde aquella noche... Que parecía tan lejana, ya que su ''relación'' era sólo algo físico y un beso parecía algo emocional.
''¿Sería posible que comenzaran a surgir sentimientos?'' Tom se pateó mentalmente por siquiera haberlo pensado; Habían acordado desde el principio que serían amigos... Sólo amigos.
Cuando Bill se separó, Tom suspiró y sintió sus labios enfriarse.

-Lo lamento- Se excusó Bill -Sé lo que habíamos acordado, pero... Me temo que las cosas han cambiado-

Actualidad:


-Era mejor cuando él tenía 17 años y seguía siendo adorable- Bill suspiró y acomodó el gran cojín del sillón. -No puedo creer que éste sea también mi hogar y esté durmiendo en el sofá- Murmuró para sí mismo.

Miró a su alrededor, y guiándose por su recuerdo, comparó cuánto habían cambiado las cosas.
Los muebles nuevos, la posición de éstos... La habitación principal...

Todo había sido obra del ''niñito'', que ahora era todo un hombre. Con 19 años, Tom había cambiado drásticamente.
Tom había pagado un montón porque cambiaran sus rastas doradas, por una corta y lisa melena rubia, aunque solía usarla en una cola alta.Ahora su ropa era de su talla. (Y no 6 o 7 tallas más grandes), lo que hacía que su delgado cuerpo pudiera notarse, y sus rasgos eran mucho más masculinos.
Y emocionalmente...

Horas atrás... (Por Bill)
-¿Vas a salir otra vez?- Pregunté observándolo de reojo; Él se abotonaba una camisa a cuadros, mientras yo cocinaba.
-Sí- Respondió sin mucho interés.

-¿Se puede saber dónde vas?- Insistí, dejando los implementos de cocina a un lado y cruzándome de brazos.
-A un club- Me miró un par de segundos y se encogió de hombros -No es la gran cosa. Sólo va Andreas, Georg y uno de sus amigos-
-Ah, bien. Me gustaría que lo hubieras dicho antes. Estaba preparando cena para dos...- Me quité el delantal y me puse frente a Tom. Aún tenía que agacharme un poco para hablarle... No había crecido mucho en éstos últimos años. -¿A qué hora volverás?-
-Mierda, Bill... ¿Qué ocurre contigo?- Se separó de golpe y se sentó en la mesa de centro -Que tengas más años que yo, no te hace mi padre-
Levanté una ceja y fruncí los labios.
-Jamás habías dicho nada sobre la edad. Ni siquiera cuando tenías 15 y ya cogíamos-
-¿Y qué?- Preguntó desafiante -Desde que estamos juntos has salido a dónde se te haya dado la puta gana y yo he tenido que tragarme mis preguntas y celos-
-¿Ya vas a empezar con éso?- Negué con la cabeza y suspiré -Sólo quería saber dónde estarías en caso de que tenga que ir a buscar tu cadáver repleto de alcohol. Desde que cumpliste 18, has bebido más que yo en toda mi vida-
-¿Es que te importa? ¡Yo no decía nada cuando llegabas a casa con olor a vodka y a perfume de mujer!-
-¿Sabes, Tom? Ya no sé si estoy dispuesto a seguir escuchando ésta mierda- Afirmé mis manos en los posabrazos del sillón, y de éstos me impulsé para ponerme de pie. -Haz lo que quieras- Sonreí sínico.
-Está bien- Respondió -De todas formas... Ya no quiero ir- Se dió la vuelta y caminó hacia la habitación.

Actualidad:
Emocionalmente... No había cambiado mucho.
Sólo quería que Tom tuviera 17 años de nuevo, y fuera él quién protestara hasta que me quedara en casa; Entre sus brazos.
Suspiré y me senté en el sofá. -Mierda...-
...
Me levanté y caminé sigiloso hasta la habitación. Giré la perilla y entré poco a poco. Noté como el cuerpo de Tom estaba cubierto sólo por las sábanas, y tiritaba de frío. Con cuidado, me recosté a su lado y nos cubrí a ambos con toda la ropa de cama. Pasé un brazo por encima de él y él lo agarró con ambas manos.
-... Lo siento- Murmuró sin mirarme, pero se pegó más a mi cuerpo. -Olvida lo que dije, por favor-
Sonreí y suspiré aliviado.

-No, no. Olvida tú lo que dije... Debí ponerme en tu lugar- En ése instante se giró y sus ojos brillantes por la luz de la luna, se clavaron en los míos. -Mierda, te ves tan lindo así-
Negó con la cabeza y me abrazó con fuerza.

-A veces quisiera volver a tener 17 años...- Susurró -Siento que me querías más en ése entonces-
-No digas tonterías- Dije colocando un mechón de su cabello trás su oreja -Es sólo que... En ése entonces sabía cómo abrazarte, cómo besarte... Cómo hacerte el amor- Sonreí apenado -Ahora... Es diferente. Trato de besarte y me rechazas... Te abrazo y te sientes incómodo...- Tom me miró cómo si estuviera revelando algo impresionante... Y bueno, quizá para él lo era, ya que jamás hablaba de mis sentimientos con nadie.
-Lo lamento- Se disculpó y besó mi mentón -Todo lo que está pasando...- Suspiró y negó con la cabeza. -Hace poco me enteré de que mi hermana está embarazada, ¿Y qué crees? No podré siquiera ver a mi sobrino. Todo se está cayendo en pedazos... En cenizas más bien, y tú... Eres todo lo que me queda- Lo miré aguantando mis lágrimas, aunque quizá era la ocasión en que debía dejarlas salir.
-Yo también lo lamento. Siento que te he hecho mi prisionero y... No sé porqué me afecta tanto todo- Bajé la mirada y finalmente, las lágrimas rodaron por mis mejillas -Pienso en que cumpliré 30 dentro de poco, y tú... Apenas cumplirás 20. Estás en la mejor etapa de tu vida y yo te alejo de éso... Quizá deberías buscar a alguien más. Alguien más joven... Alguien que quiera salir contigo, alguien que no esté trabajando todo el día- Devolví la mirada a sus ojos y el también lloraba -... Me siento más como un padre que como un novio... Prohibiéndote cosas, pagando tu universidad...-

-Bill...- Cerró los ojos con fuerza -Te amo- 




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